Evaluación – 20

Introducción

La evaluación es un elemento constitutivo del proceso de enseñanza y aprendizaje. Es, en efecto, un instrumento que facilita la comunicación entre el alumno y el docente ya que brinda información pertinente sobre el progreso del curso. Beneficia a ambos participantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje porque le permite al docente, por un lado, medir el éxito de sus prácticas o reorientarlas, (re)planificar, tomar decisiones sobre el desarrollo del curso, destinar más tiempo a una actividad, entre otras estrategias. Por otro lado, le permite al alumno saber cómo se desarrolla su aprendizaje. Por lo tanto, es una obligación del docente tanto como hacer comprender y hacer producir y es un derecho del alumno.

En tanto docentes, debemos evaluar en todo momento de la clase: en situaciones formales (exámenes) e informales (charlas, conversaciones) y a partir de las pistas que las distintas estrategias de interlocución o interacción en la clase ofrecen: preguntas, respuestas, comentarios, sugerencias, miradas de aprobación o de desaprobación, posturas de entusiasmo o de desinterés y silencios de nuestros alumnos. Además, debemos fomentar la corrección y evaluación entre pares y a partir de procesos metacognitivos. La reflexión metacognitiva abarca tanto los aspectos vinculados con el reconocimiento de lo que se está aprendiendo como los procedimientos que se utilizan para aprender. Contribuye a formar estudiantes independientes, con capacidad para organizarse y detectar las estrategias de estudio más adecuadas según los propios estilos de aprendizaje. Por ello debemos estimular la reformulación y la autocorrección.

Concebimos, entonces, la evaluación como parte constitutiva del proceso de enseñanza y aprendizaje en la medida en que significa evaluar en el sentido de detenerse y mirar hacia atrás, hacia el camino recorrido, y hacia delante, hacia el que falta recorrer, contando con el tiempo suficiente para cambiar de rumbo si fuera necesario. Significa, desde el docente, evaluar en el sentido de asumir la responsabilidad de hacerle saber al alumno cuánto aprendió y qué le falta aún construir.

¿Cuándo evaluamos?   El momento de la evaluación depende de la información que el docente requiera en los distintos momentos del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Por último, es imprescindible desterrar la idea de que el único propósito de la evaluación es el señalamiento del error. Debemos instaurarla como lugar desde el cual se pueden identificar y valorar los aciertos y simultáneamente detectar y contribuir a ajustar los desaciertos. En este sentido, entonces, constituye o, mejor dicho, va construyendo el proceso de enseñanza y aprendizaje.

La evaluación debe hacerse siempre en contexto: se debe relacionar con los objetivos manifiestos, la planificación y la práctica efectivamente realizada (contenidos enseñados, tipo de actividades presentadas, habilidades desarrolladas, etc.).

Para esto es necesario secuenciar jerárquicamente los siguientes puntos:

  • ¿Para qué enseñamos? Objetivos de aprendizaje.
  • ¿Qué tenemos que enseñar? Contenidos gramaticales, funcionales-comunicativos, léxicos y socioculturales. Tipos textuales.
  • ¿Cómo lo enseñamos? Tipos de actividades, según las habilidades (producción escrita, producción oral, comprensión escrita, comprensión oral).
  • ¿Cómo evaluamos? En relación con los ejes anteriores.

1. Tipos de evaluación según el enfoque de enseñanza

1.1. Evaluaciones de elementos discretos: el objetivo de este tipo de pruebas es medir el dominio o el conocimiento de elementos aislados del sistema de la lengua (tiempos y modos verbales, régimen preposicional, concordancia, entre otros aspectos). En este tipo de evaluación subyace la idea de que cada una de estas áreas puede ser evaluada por separado y sin ninguna correspondencia con el resto del sistema de la lengua. Se relaciona con el estructuralismo (desde el punto de vista de la concepción de lengua) que entiende a la lengua por niveles (pragmático, semántico, sintáctico, morfológico, fonológico y fonético) y con el conductismo (desde el punto de vista de la teoría del aprendizaje) ya que es antimentalista y tiene como principal finalidad formar mecánicamente hábitos a partir de la repetición de actividades.

En la didáctica de la enseñanza de las lenguas extranjeras el método audiolingüístico es un claro exponente de este tipo de enseñanza  y aprendizaje.

1.2  Evaluaciones integradoras o pragmáticas: el objetivo de este tipo de pruebas es medir la competencia comunicativa[1] de los alumnos puesto que la lengua se utiliza en situaciones reales y el hablante no solo pone en funcionamiento su conocimiento gramatical, sino que tiene en cuenta el contexto, a quién se dirige, por qué y para qué. Se relaciona con el enfoque comunicativo de la lengua, desde el punto de vista de la concepción de lengua (aportes de la semántica, la pragmática, la gramática textual, el análisis del discurso, la teoría de la enunciación, la sociolingüística, la etnolingüística, la psicolingüística) y del constructivismo, desde el punto de vista de la teoría del aprendizaje, en la medida en que no hay objeto exterior al que hay que llegar, sino que el aprendizaje es una construcción. También hace su aporte, en este sentido, la psicología cognitiva.

En este caso, se sugiere trabajar con textos auténticos que reflejen contextos reales de comunicación. Esto nos permite evaluar el uso creativo y adecuado de la lengua, además del conocimiento gramatical. El objeto de estudio es el texto más sus condiciones de producción, circulación y recepción, es decir, el texto en contexto.

Las bases teóricas de la enseñanza comunicativa de la lengua son las siguientes:

  • La lengua es un sistema para expresar significados.
  • La función principal de la lengua es la interacción y la comunicación. La estructura de la lengua refleja sus usos funcionales y comunicativos.
  • Las unidades fundamentales de la lengua no son solamente los elementos gramaticales y estructurales, sino las categorías de significado funcional y comunicativo tal como se manifiesta en el discurso.

Es muy importante recordar que cada método de enseñanza y aprendizaje determina papeles diferentes del alumno, del docente, de los materiales didácticos, de la progresión de los contenidos y de la evaluación.

2. Clasificación de las evaluaciones

2.1. Test de nivel

El objetivo de este tipo de evaluación es situar a un alumno en un determinado nivel de un curso o programa. Es una valoración que se hace al inicio de todo curso. La característica principal es que debe estar en correspondencia con los objetivos, con los contenidos y con las actividades que se van a desarrollar a lo largo del curso.

Conviene recordar que es una situación muy arbitraria porque depende de cada institución (de su organización en niveles). Por lo tanto, intervienen, además de los factores meramente académicos o factores económicos.

Existe una regla a la hora de ubicar a un alumno en un determinado grupo: no se puede bajar de nivel a un alumno, en cambio sí se puede subirlo. Si nos equivocamos de nivel y debería estar en uno más bajo, se puede resolver nuestra equivocación dándole tareas extras.

2.2. Evaluaciones diagnósticas:

El objetivo de este tipo de evaluación es tomar decisiones que permitan establecer la secuencia y la progresión de los contenidos a enseñar. Son útiles, además, para conformar los grupos, según distintos criterios y para proponer distintas actividades para alumnos con dificultades. La característica principal es que se realizan al comienzo del curso.

2.3. Evaluaciones de progreso o formativas:

El objetivo de este tipo de evaluación es beneficiar al profesor y al alumno en la tarea de reorientar, controlar o ajustar los esfuerzos en el logro de los objetivos del programa. Se emplean para practicar y fijar los contenidos aprendidos. Las principales características son que se toman con frecuencia y que pueden recibir calificación numérica o no, incluso pueden pasar desapercibidas para los alumnos como instrumentos de evaluación. Pueden tomarlas como un ejercicio común, sin darse cuenta de que están siendo evaluados.

2.4. Evaluaciones de rendimiento:

El objetivo de este tipo de evaluación es indicar en qué medida el alumno llegó a dominar los contenidos específicos de un programa en un período determinado. Las principales características son que se califican y que deben relacionarse claramente con los objetivos y los contenidos del programa.

2.5. Evaluaciones sumativas:

El objetivo de este tipo de evaluación es constatar el logro de los objetivos planteados, es decir, promocionar el curso. La característica principal es que se realiza al final del mismo. Puede ser relativa a cada alumno, al nivel de cada alumno en relación con el grupo o tener un nivel fijo de aprobación.

2.6. Evaluaciones de acreditación:

El objetivo de este tipo de evaluación es medir los conocimientos adquiridos sin que estén ligados a un curso. Por lo tanto, acreditan un cierto nivel de conocimientos. Las características principales son que están confeccionadas por especialistas externos y que los alumnos deben conocer los criterios de corrección con anticipación.

3. Características o requisitos que deben tener las evaluaciones:

  • Validez: grado en que la evaluación mide el dominio y las habilidades que pretende medir.

Debe haber coherencia explícita entre lo que evaluamos, los objetivos del curso, los contenidos efectivamente enseñados y las actividades propuestas a lo largo del curso. Debe haber relación, además, entre la competencia / habilidad / quehacer que queremos evaluar y el tipo de actividad que presentamos. Los tipos de ejercicios y actividades deben ser del mismo estilo que los empleados en el curso.

  • (Con) fiabilidad: grado de consistencia entre las diferentes partes de la evaluación, el tiempo estimado y los evaluadores.

Las valoraciones deben ser similares entre los distintos evaluadores (claridad de los criterios de corrección). El tipo y la longitud de la evaluación deben ser coherentes con el tiempo estimado de realización.

4. Criterios de evaluación

  • Criterio objetivo: se mide en actividades que requieran una única respuesta. Ejemplos: ejercicios cuya respuesta sea verdadera o falsa o actividades de opción múltiple. Se puntúa según una grilla (no hay juicio personal). Desde el punto de vista de la fiabilidad, son muy fiables.
  • Criterio subjetivo: se mide en actividades que aceptan respuestas diferentes de acuerdo con la capacidad del alumno. Ejemplos: tareas de producción escrita u oral. Se puntúa dependiendo del criterio personal del evaluador. Sin embargo, es necesario elaborar pautas o grillas de corrección para contar con parámetros compartidos.

5. Especificaciones para diseñar evaluaciones

A la hora de diseñar una evaluación, hay que contemplar los siguientes criterios:

  • Propósito de la evaluación.
  • Característica del alumno / grupo.
  • Especificaciones propias de la evaluación: contenidos lingüísticos y/o comunicativos; competencias que se van a evaluar; en cuántas partes se va a dividir; cuánto tiempo se va a estimar para cada actividad; tipos de actividades que se van a presentar; redacción de consignas (contextualizadas o no); inclusión de ejemplos; presencia de metalenguaje (incluye lo que surge a partir del funcionamiento del lenguaje en las particularidades de cada lengua, contribuye al reconocimiento y redescubrimiento de características particulares del funcionamiento de la propia lengua); espacio para la reflexión intercultual (apunta a cultivar la tolerancia y la no discriminación por el otro, a partir de la percepción de diferencias y el contraste entre lo propio y lo ajeno. La aproximación a las lenguas extranjeras y a los universos culturales que las acompañan posibilita el contacto con diferentes modos de concebir la familia, el trabajo, la religión, entre otros aspectos); espacio para contemplar las variedades lingüísticas; puntaje.

6. Evaluar teniendo en cuenta las competencias

A fin de evitar la distorsión en los resultados que puede causar la convergencia del uso de más de una competencia en la resolución de un ejercicio, en las didácticas de lenguas extranjeras se proponen actividades específicas en las que resulte posible identificar el nivel de competencia del alumno en cada una de las cuatro competencias en forma aislada.

Para evaluar la comprensión escrita, se sugiere utilizar el formato de respuestas cortas junto con pruebas de rellenar contenidos, lo cual nos permite aumentar la validez minimizando los posibles efectos de la producción escrita. Con respecto a la comprensión auditiva, se recomienda utilizar preferentemente textos auténticos y técnicas de transferencia de información. Finalmente, las pruebas de evaluación de producción tanto oral como escrita deben especificar claramente los elementos contextuales que después nos permitirán elaborar los criterios de evaluación.

6.1. Tipos de actividades que sirven para evaluar cada competencia

  • Comprensión lectora: rellenar contenidos, dar respuestas cortas, encontrar palabras, relacionar listas de palabras con áreas de conocimiento, reconstruir un texto, poner puntuación, interpretar, marcar opción correcta, entre otras.
  • Comprensión auditiva / oral: rellenar contenidos, seleccionar información, detectar información en un fragmento, discriminar entre palabras semejantes, extraer palabras de una serie, corregir palabras con sonido diferentes, ordenar dibujos, identificar situaciones en dibujos, entre otras.
  • Producción escrita: elaborar diferentes tipos de texto de acuerdo con el nivel (carta forma, informal, carta de lectores, descripciones, narraciones etc.), reformular frases, dar respuestas cortas, entre otras.
  • Producción oral: entrevistar, conversar, presentarse personalmente, describir o narrar, dramatizar, expresar opiniones, argumentar, entre otras.

7. Criterios de corrección

Existe una diferencia importante entre corregir y evaluar. La corrección tiene como fin que se aprenda para después poder evaluar lo aprendido. Hay varios modos de corregir. En principio, sostenemos la idea de que no se puede corregir absolutamente todo. Debemos ir variando nuestros procedimientos para no caer en la rutina y la desmotivación. Debemos focalizar nuestra corrección en los aspectos que arriesgan la comunicación. Es decir, es más importante detenerse frente a lo que no comprendemos que ante lo que está mal dicho o escrito, pero se comprende.

Debemos tener en cuenta a la hora de corregir una serie de consideraciones básicas:

  • El nivel de lengua del alumno, es decir, su competencia transitoria (qué contenidos gramaticales y comunicativos conoce y puede utilizar en ese nivel concreto).
  • Los errores propios de la interlengua. Algunos contenidos recientemente enseñados pueden salir exitosamente en los ejercicios, pero pueden fallar en el uso concreto de la lengua en situaciones de comunicación oral (producciones espontáneas), por ejemplo. Esto se debe a que esa estructura forma parte de su conocimiento declarativo, interiorizado y automatizado, pero no del uso, es decir, no está sistematizada todavía y pasará por diferentes etapas y reajustes hasta que el alumno sitúe esa estructura en oposición a otras que ya ha aprendido.
  • Los errores que traen los alumnos de contenidos de los niveles anteriores.

8. Niveles de corrección

  • Normativa: ortografía, puntuación, tildación, convenciones gráficas (uso de letras mayúsculas y uso de abreviaturas).
  • Morfología: género, número, formación de palabras.
  • Morfosintaxis: concordancia, flexión.
  • Sintaxis: es el modo en que se combinan las palabras para formar oraciones con sentido. Correlación verbal, conectores intraoracionales (coordinación y subordinación), referencia pronominal, régimen preposicional, frases fijas, uso del gerundio.
  • Semántica: es el ámbito del significado de las palabras, y de sus combinaciones. Son, pues, las palabras (y sus combinaciones) las que transmiten el significado en un mensaje verbal. Por ello, la precisión de un texto se logra, en principio, al seleccionar las palabras adecuadas para transmitir el significado de lo que se desea expresar. Para lograr un texto preciso, se debe evitar: el empleo de palabras de significado muy vago o muy general y la repetición innecesaria de palabras. Todo esto constituye la coherencia interna del texto.
  • Discursivo/ textuales: un texto correctamente producido es aquel que, por un lado, es adecuado a la situación de comunicación correspondiente y, por otro, es claro en la información que brinda. Los aspectos que se deben tener en cuenta son:
     – la cohesión, los conectores y otros procedimientos que dan unidad al texto determinan relaciones entre las ideas o los hechos ocurridos;
     – la organización de la información, la información que el texto provee debe exponerse de manera coherente y progresiva, evitando lagunas de información;
     – la pertinencia o relevancia de la información, la información brindada en un texto debe ser adecuado a los requerimientos de la situación comunicativa;
     – el registro, es la variedad de lengua vinculada con la situación comunicativa; en este sentido es necesario recordar que hay que seleccionar el vocabulario y las construcciones sintácticas acordes a la situación comunicativa, al tema, a la intención y al tipo de texto).

9. Técnicas de corrección, según las habilidades

Producción escrita

  • Intercambiar trabajos con los compañeros de clase.
  • Presentar una muestra de los resultados de trabajos realizados en el pizarrón o en una transparencia.
  • Marcar en los trabajos los errores con una serie de marcas acordadas previamente. En este punto es importante retomar el concepto de niveles de análisis, que nos servirá para tipificar los errores y aislar, dentro de cada nivel, los que son más recurrentes. Dentro de la sintaxis, por ejemplo, errores de concordancia de género y/o número entre sustantivo y adjetivo o artículo, concordancia de persona sujeto/verbo, orden de palabras, uso del verbo, pronombres, etc. En el nivel semántico consideramos, por ejemplo, selecciones léxicas inadecuadas al contexto lingüístico (el terremoto asesinó a muchas personas). A cada uno de estos errores se les puede asignar un símbolo o marcador que permita identificar a qué tipo pertenece.De esta manera, no se dan los resultados o las soluciones y se induce al alumno a la autocorrección.

Producción oral

  • No corregir simultáneamente porque interrumpe la comunicación.
  • Anotar los errores producidos por los alumnos y corregir al final de la intervención.

10. El lugar del error

No debemos corregir solamente los errores morfológicos y léxicos que son los más fáciles de identificar, sino que debemos prestar especial atención a los errores de índole sintáctica (concordancia, régimen preposiciones, etc.), de índole pragmática (registro) y, finalmente, de índole sociocultural con el fin de que la competencia de sus alumnos sea completa desde el punto de vista comunicativo y no sólo lingüístico.

Los errores responden, en general, o bien a descuidos o bien a intentos de expresión tanto escrita como oral de elementos que aún el estudiante no conoce. Consideramos que no es adecuada la presentación de actividades con errores para que el alumno corrija puesto que ese tipo de actividades puede acarrear confusión.

Por otro lado, debemos señalar que siempre hay corregir con un tono amable y, además, es fundamental que marquemos también los logros de los alumnos en las mismas producciones en las que encontramos errores.

Los docentes, muchas veces, realizamos correcciones, aunque también ocurre frecuentemente que optamos por no corregir, por dejar pasar el error. Si bien es cierto que en clase hay muchas correcciones, también es cierto que muchos errores no son corregidos, principalmente en situaciones endolingües porque algunas formas expresadas por los alumnos no son gramaticalmente correctas, pero sí son adecuadas a la situación comunicativa.

11. La autoevaluación

Hemos hablado de la autonomía que el profesor debe dar al alumno en su proceso de aprendizaje; unida a esa autonomía está la necesidad de potenciar la autoevaluación y la autocorrección. El profesor se convierte en un guía que facilita al alumno las estrategias que le permiten revisar y corregir las normas que él mismo ha ido deduciendo e interiorizando y que pone en práctica tanto de forma oral como de forma escrita.

El alumno necesita saber en qué estadio se encuentra su aprendizaje. Para ello, le será muy fácil confeccionar, con la ayuda del docente y de sus compañeros, una hoja con los errores más frecuentes propios de su nivel, a los que tendrá que prestar especial atención. En el caso de la expresión escrita, se puede hacer una primera autocorrección justo al terminar de escribir, una relectura para revisar esos puntos conflictivos, por ejemplo, las concordancias, los usos de ser y estar, las correlaciones temporales, etc. Otra alternativa es presentar producciones de hablantes nativos, para que los estudiantes puedan comparar.

Por experiencia, el profesor sabe que muchas veces los errores son fruto del despiste o de la improvisación y no del desconocimiento de las reglas.

12. Los modos de interlocución/interacción de la clase de lengua extranjera

Los modos de interacción que funcionan tanto para corregir y evaluar de acuerdo con los propósitos que busquen los docentes y de acuerdo con las decisiones de planificación, interacción y evaluación son las siguientes:

  • la pregunta;
  • la explicación;
  • la repetición;
  • la interrupción;
  • el eco;
  • la reformulación;
  • el silencio;
  • los gestos.

Estos modos de interlocución nos dan pistas para tomar decisiones de interacción ya que nos permite evaluar las respuestas y las intervenciones de los alumnos y modificar nuestra enseñanza para lograr un aprendizaje óptimo. Sirven, además, para supervisar la propia enseñanza y evaluar lo que ocurre en la clase, reconocer qué es posible llevar a cabo, entre otras estrategias.

Esta idea de interacción se contrapone a la interacción clásica basada en la tríada pregunta- respuesta-evaluación/corrección. Mientras que en la primera las interacciones pueden realizarse entre el docente y el alumno, el alumno y el docente y un alumno con otro alumno, sin ninguna jerarquía. En la tríada, el docente tiene la responsabilidad de abrir y cerrar las conversaciones y es él también quien adjudica los turnos de habla.

13. Evaluaciones de acreditación

13.1. CELU: Certificado de Español. Lengua y uso

En octubre de 2001 los Ministerios de Educación y de Relaciones Exteriores de la Argentina aprobaron los lineamientos para la evaluación del español en nuestro país. En junio de 2004 se creó un consorcio integrado por las Universidades Nacionales de Buenos Aires (www.rec.uba.ar), Córdoba (www.unc.edu.ar) y Litoral (www.unl.edu.ar) con la tarea de diseñar e implementar el primer examen argentino de conocimiento del español como lengua extranjera.

Con estas disposiciones el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la República Argentina responde a las necesidades en materia de certificación de conocimiento del español de los extranjeros que viven en nuestro país y de aquellas personas que estudian nuestra lengua en sus países y que están interesadas en obtener este certificado.

El CELU o Certificado de español: Lengua y Uso evalúa la competencia lingüístico comunicativa oral y escrita en español como lengua extranjera en situaciones cotidianas, familiares, sociales, laborales o académicas de hablantes alóglotas, sin tomar en consideración sus lenguas maternas ni el tipo de adquisición o aprendizaje que hayan realizado.
El CELU acredita tres niveles de lengua: básico, intermedio y avanzado. De manera muy general se puede decir que el Nivel Básico corresponde al de un usuario que puede desenvolverse en un país extranjero en situaciones simples y previsibles, cotidianas y de turismo. El nivel Intermedio equivale al de un usuario que puede desenvolverse con cierta fluidez y naturalidad en situaciones familiares, sociales y de servicios. También puede iniciar cursos de grado universitario. Puede tener dificultades para enfrentar contextos desconocidos o ante la necesidad de matizar o precisar sus enunciados. El hablante con un nivel de CELU Avanzado se desempeña lingüísticamente de manera cómoda y espontánea en una amplia gama de situaciones familiares y sociales, tanto en el ámbito laboral como el ámbito académico.

Se propone, entonces, para cada examen un conjunto de actividades orales y escritas, creadas a partir de fuentes auténticas, lo que supone una generalización de las características de operaciones lingüísticas en la lengua meta.

Se considera para la oralidad: gramática, léxico, adecuación contextual e interactiva, fluidez y pronunciación/entonación; y para la escritura: adecuación discursiva, gramatical y léxica de contenido y registro.

El examen distingue destrezas orales y escritas en la interpretación de los datos de los alumnos, pero otorga un nivel integrado.

a) Formato del examen

FORMATO GENERAL DE LOS EXÁMENES        
SECCION Parte Habilidad Tiempo Contenido
ESCRITA 1 Lectocomprensión Audiocomprensión Producción Escrita 3 h dos o más textos seguidos de ejercicios de comprensión
        dos actividades vinculadas al uso de la lengua
        propuestas de textos de distinto género (carta, artículo, informe, etc.)
ORAL 2 Producción oral 15´ entrevista oral, propuestas de interacción y exposición/evaluación

b) Descripción de los niveles

Nivel Básico

 Con este nivel el usuario puede desenvolverse en un país extranjero en situaciones simples y previsibles, cotidianas y de turismo.

Comprende anuncios y mensajes de información básica. Capta el sentido general y los detalles deducibles por el contexto de crónicas y artículos simples de los medios de comunicación, cartas y formularios de rutina, información general e instrucciones básicas.

Puede escribir de manera simple y clara cartas personales, avisos y mensajes en situaciones cotidianas, e informes con pautas fijas.

Participa en conversaciones de temas predecibles, entender la línea general de los mensajes y los detalles más importantes, así como órdenes, instrucciones simples y preguntas, también en ámbitos familiares y conocidos.

Tiene la fluidez suficiente, en situaciones habituales, para intercambiar información personal, preguntar, discutir temas simples, referirse a hechos pasados, expresar gustos y estados de ánimo, dar instrucciones simples, describir el ambiente familiar o laboral que lo rodea, hablar de planes para el futuro próximo, y expresar la cortesía en las situaciones formales e informales más comunes.

Nivel Intermedio

El usuario puede desenvolverse con cierta fluidez y naturalidad en situaciones familiares, sociales y de servicios, aunque vacila en contextos desconocidos o ante la necesidad de matizar o precisar sus enunciados. Puede desempeñarse en los ámbitos laboral y académico. Se considera este nivel el correspondiente al umbral universitario.

Comprende textos informativos en los que distingue temas generales de detalles específicos. Comprende también textos simples de opinión, narraciones, artículos y ensayos de divulgación o académicos, aunque pueda requerir la ayuda del diccionario para detalles específicos.

Puede redactar distintos tipos de textos de cierta complejidad y detalle: cartas informales y formales, cuentos, ensayos, artículos de opinión, informes en general.

Comprende el registro estándar de distintas variedades dialectales y puede distinguir el estilo formal del informal. Entiende la expresión de deseos, consejos, órdenes y diferentes puntos de vista en una discusión.

Participa, con pocas dificultades, en conversaciones con hablantes nativos sobre temas cotidianos o específicos de su área de trabajo o estudio. Utiliza el registro formal e informal de manera adecuada en la conversación. Puede narrar, expresar deseos, pedidos y órdenes, fundamentar una opinión y discutir una opinión de otro, expresar hipótesis y eventualidad, describir o definir, con alguna precisión, objetos, lugares o personas conocidas, reales o imaginarias.

Nivel Avanzado

Se desempeña cómoda y espontáneamente en la lengua en una amplia gama de situaciones familiares y sociales. Se desempeña con corrección en el ámbito laboral y en el ámbito académico. Puede tener dificultades con variedades dialectales distintas de la aprendida.
 Su comprensión lectora es amplia y variada: lee textos informativos, técnicos y de especialidad. Comprende textos de opinión, literarios y de discurso académico, aunque su velocidad de lectura puede ser menor que la de un nativo instruido. Puede entender casi siempre el humor y la ironía, excepto cuando desconoce referencias culturales específicas.
 Puede redactar una amplia variedad de textos claros, detallados y precisos: cartas informales y formales, relatos, ensayos, resúmenes, artículos de opinión, informes laborales o académicos.
 Comprende a hablantes nativos de variedades distintas, aunque pierda algún detalle, y distingue el registro formal del informal. Entiende diferentes puntos de vista en una discusión, argumentaciones y explicaciones.
 Se desempeña lingüísticamente en áreas laborales y académicas. Es capaz de explicar el malentendido que pueda producirse por alguna inadecuación en su expresión. Puede exponer un tema frente al público e intervenir activamente en conversaciones y discusiones formales e informales entre hablantes nativos.

c) Qué español se evalúa

El CELU está redactado en y evalúa una lengua general, ya que no se preparan los exámenes desde las marcas lingüísticas de una variedad dialectal, y estándar, en tanto se emplea una lengua de uso académico, laboral e informativa.

Cualquier variedad dialectal del español que utilicen los postulantes al examen permitirá comprender las consignas, los textos literarios (de autores de todos los países de habla hispana), los textos periodísticos (de cualquiera de los periódicos de los distintos países de habla hispana).

En el examen oral y en la expresión escrita se acepta el uso estándar de cualquier variedad dialectal del español.

d) Certificado otorgado

La certificación del CELU incluirá el nombre, documento y nacionalidad del candidato, fecha del examen, nivel alcanzado (básico, intermedio o avanzado) y mención de distinción (bueno, muy bueno, excelente). Se agregará (impreso al dorso o en hoja adjunta) una descripción de los tres niveles de conocimiento y uso del español. Se incluirán los sellos correspondientes a las tres universidades.

13.1.2. Información sobre la inscripción al CELU

Requisitos para rendir el CELU

Podrán rendir el CELU las personas que no tengan el español como lengua materna. Es requisito también tener dieciséis años cumplidos y tres años completos de educación equivalentes a la escuela secundaria o media o EGB 3 del sistema educativo argentino.

Información e inscripción

Los interesados en rendir el CELU pueden inscribirse completando el formulario correspondiente en esta misma página o personalmente en:

  • Buenos Aires:

Laboratorio de Idiomas de la Facultad de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires

25 de Mayo 221. (1002) Ciudad de Buenos Aires, Argentina

celu@filo.uba.ar

  • Córdoba:

Av. Vélez Sarsfield 187. (5000) Córdoba, Argentina

celu@fl.unc.edu.ar

Fax (0054 351) 433 1073 int. 30

  • Santa Fe:

Programa de Idiomas para la Comunidad

Santiago del Estero 2829. (3000) Santa Fe, Argentina

Tel (0054 342) 4571164 Int. 2507

celu@unl.edu.ar

La inscripción al CELU se habilita dos meses antes de la fecha del examen.

Calendario

El CELU se toma dos veces al año en los meses de marzo y noviembre en fechas a determinar anualmente.

Los exámenes se rendirán en las siguientes sedes:

ARGENTINA

  • Buenos Aires:

Laboratorio de Idiomas de la Facultad de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires

25 de Mayo 221. (1002) Ciudad de Buenos Aires, Argentina

celu@filo.uba.ar

  • Córdoba:

Av. Vélez Sarsfield 187. (5000) Córdoba, Argentina

celu@fl.unc.edu.ar

Fax (0054 351) 433 1073 int. 30

  • Santa Fe:

Programa de Idiomas para la ComunidadSanti

ago del Estero 2829. (3000) Santa Fe, Argentina

Tel (0054 342) 4571164 Int. 2507

celu@unl.edu.ar

 BRASIL

  • Rio de Janeiro

Instituto Cultural Brasil – Argentina

Praia Botafogo 228

Sobreloja 201

Edificio Argentina

(22250-040) Río de Janeiro.

Fecha y forma de entrega de los certificados

Dos meses después de la toma de los exámenes, se publicarán los resultados en la red y se entregarán los certificados. Podrán retirarse en las sedes donde se haya rendido el examen. Los certificados que no sean retirados en un mes, serán enviados al domicilio indicado en la ficha de inscripción.

13.2. Certificados de la UBA

Exámenes de certificación de conocimiento y uso de español como lengua extranjera en tres niveles

CEB (Certificado de Español Básico)

CEI (Certificado de Español Intermedio)

CEA (Certificado de Español Avanzado)

Certificados expedidos por la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, legalizados por la Dirección Nacional de Gestión Universitaria del Ministerio de Educación de la República Argentina.

Destinados a todos los extranjeros interesados, mayores de 16 años, que provengan de países cuya lengua oficial no sea el español y que, por razones laborales o académicas, necesiten certificar su nivel de conocimiento de español.

Evalúan y certifican la competencia oral y escrita en español como lengua segunda y extranjera en situaciones cotidianas, laborales y académicas.

Acreditan separadamente tres niveles de competencia en el uso del español de manera apropiada en situaciones reales para cumplir con los fines comunicativos propuestos en cada nivel.

CEB : El alumno que tiene un nivel básico puede desenvolverse en un país de habla hispana en situaciones simples, previsibles, cotidianas y de turismo. También en contextos laborales o de capacitación en los que el desempeño lingüístico es mínimo.

CEI : El alumno que alcanza el nivel intermedio puede desenvolverse con cierta fluidez en situaciones laborales y académicas, aunque vacila en contextos desconocidos o ante la necesidad de matizar o precisar sus enunciados.

CEA : El alumno que logra el nivel avanzado se desempeña cómodamente en español en una amplia gama de situaciones cotidianas. Al igual que al hablante nativo, algunos registros y/o sociolectos, pueden ocasionarle problemas. Puede desempeñarse con fluidez y mucha corrección en los ámbitos laboral y académico, incluso en actividades estrechamente relacionadas al uso de la lengua (enseñanza, traducción, exposición oral).

Pruebas

Las pruebas se dividen en tres secciones que proponen diferentes actividades:

1- Escrito

Parte I: textos para comprensión de lectura

Parte II: actividades vinculadas a la expresión escrita

Parte III: propuestas de escritura de cartas, cuentos, ensayos, etc.

2- Audiocomprensión

Textos orales de terceros para su comprensión

3- Expresión oral Entrevista, diálogo y exposición oral.

Toda la prueba está redactada en español. Se evalúa la lengua en uso, y no se indaga sobre conocimientos teóricos sobre la lengua (gramática, lingüística o retórica).

Inscripción

. La inscripción de los alumnos se realiza hasta tres días hábiles antes de las fechas de cada examen, en la sede del Laboratorio de Idiomas, 25 de Mayo 221, P.B. (1002) Buenos Aires, Argentina.

. Hasta quince días antes de los exámenes, los alumnos pueden inscribirse vía mail o fax. Deberán enviar al Laboratorio de Idiomas el formulario completo y el pago del arancel mediante un cheque a la orden de “Facultad de Filosofía y Letras”. Sólo se confirmará la inscripción si se realiza cumpliendo estos requisitos en el tiempo indicado.

. No se exige el certificado de un nivel más bajo para inscribirse en cada nivel.

. Si el alumno no se presenta al examen, o sólo se presenta a una de las secciones, no se le reconoce el arancel pago para una nueva inscripción. El alumno debe rendir todas las secciones en la misma fecha.

Para mayor información sobre formato, muestras de exámenes anteriores, contenidos generales y otros datos, dirigirse a

Coordinación de exámenes CEB-CEI-CEA

Laboratorio de Idiomas

25 de Mayo 221, P.B., 1001 Buenos Aires, Argentina

Teléfonos: 4343- 1196, 4334-7512, 4343-5981Fax: 4343 -2733

e-mail: idiomas@filo.uba.ar

13.3. DELE

Los Diplomas de Español como Lengua Extranjera (DELE) son títulos oficiales, acreditativos del grado de competencia y dominio del idioma español, que otorga el Instituto Cervantes en nombre del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.

  • El Diploma de Español (Nivel Inicial) acredita la competencia lingüística suficiente para comprender y reaccionar adecuadamente ante las situaciones más habituales de la vida cotidiana y para comunicar deseos y necesidades de forma básica.
  • El Diploma de Español (Nivel Intermedio) acredita la competencia lingüística suficiente para desenvolverse en las situaciones corrientes de la vida cotidiana, en circunstancias normales de comunicación que no requieran un uso especializado de la lengua.
  • El Diploma de Español (Nivel Superior) acredita la competencia lingüística necesaria para desenvolverse en situaciones que requieran un uso elevado de la lengua y un conocimiento de los hábitos culturales que a través de ella se manifiestan.

La Universidad de Salamanca colabora con el Instituto Cervantes en la elaboración de los modelos de examen y en la evaluación de las pruebas para la obtención de los Diplomas de Español.

Condiciones generales

Los candidatos que deseen presentarse a los exámenes para la obtención de los Diplomas de Español deberán cumplir los siguientes requisitos:

  1. Acreditar, en el momento de realizar la inscripción, su condición de ciudadanos de un país en el que la lengua española no sea lengua oficial.
  2. Los ciudadanos de países hispanohablantes residentes en estados donde el español no es lengua oficial, podrán solicitar la inscripción si cumplen al menos dos de las siguientes condiciones:
    1. El español no es la lengua materna de alguno de sus progenitores.
    1. El español no es la primera lengua que aprendió.
    1. El español no es lengua de comunicación habitual.
    1. No ha cursado en español la totalidad o una parte de su educación primaria o secundaria.

Los candidatos a los que se refiere el apartado 2 anterior deberán declarar por escrito que cumplen al menos dos de las citadas condiciones.

Formato de las pruebas

Los exámenes constan de cinco pruebas, cada una de las cuales incluye diferentes ejercicios. Para obtener los Diplomas de Español, en sus niveles Inicial, Intermedio o Superior, se requiere la calificación de “apto” en todas las pruebas en la misma convocatoria de examen.

NIVEL INICIAL

Comprensión de lectura 40 minutos El candidato contestará, seleccionando la respuesta adecuada, a las preguntas de opción múltiple que se formularán sobre textos informativos. El candidato seleccionará información de un texto, a partir de una serie de preguntas.
Expresión escrita 50 minutos Redacción de textos breves y sencillos de carácter práctico, como notas, avisos, etc.
Comprensión auditiva 30 minutos Se propondrán al candidato 4 ejercicios a partir de diálogos sencillos o informaciones grabadas. Se deberán seleccionar las respuestas adecuadas.
Gramática y vocabulario 40 minutos El candidato relacionará distintas frases con las situaciones correspondientes. El candidato localizará, en varias frases, las palabras o expresiones que no sean adecuadas al contexto. El candidato completará un texto seleccionando la opción correcta.
Expresión oral 10 minutos El candidato mantendrá con el tribunal una conversación cuya duración será de 10 a 15 minutos.

NIVEL INTERMEDIO

Comprensión de lectura 60 minutos El candidato contestará, seleccionando la respuesta adecuada, a 12 preguntas de opción múltiple sobre 4 textos. La extensión de estos textos no será superior a 450 palabras.
Expresión escrita 60 minutos El candidato redactará una carta personal y una composición. Cada una de las redacciones deberá tener entre 150 y 200 palabras.
Comprensión auditiva 30 minutos El candidato contestará a 12 preguntas de opción múltiple sobre 4 textos orales (grabaciones). Las grabaciones consistirán en avisos, noticias, conversaciones o entrevistas.
Gramática y vocabulario 60 minutos El candidato realizará los dos ejercicios siguientes: Texto incompleto (20 espacios): escogerá la opción más adecuada de las tres que se propongan para cada espacio. Completará, con la opción más adecuada, 40 diálogos breves, en cada uno de los cuales existirá un espacio.
Expresión oral 10 – 15 minutos El candidato mantendrá con el tribunal una conversación cuya duración será de 10 a 15 minutos.

NIVEL SUPERIOR

Comprensión de lectura 60 minutos El candidato realizará los dos ejercicios siguientes: Contestará, seleccionando la respuesta adecuada, a 9 preguntas de opción múltiple sobre 3 textos. La extensión de estos textos no será superior a 800 palabras. Relacionará hasta un máximo de 10 series de fragmentos de textos.
Expresión escrita 60 minutos El candidato redactará: Una carta referida a asuntos de ámbitos que no sean privados. Una composición. Cada una de las redacciones deberá tener entre 150 y 200 palabras.
Comprensión auditiva 45 minutos El candidato contestará a 16 preguntas de opción múltiple sobre 4 textos orales (grabaciones). Las grabaciones consistirán en conversaciones entre dos o más interlocutores, o bien en comentarios o informes emitidos a través de los medios de comunicación.
Gramática y vocabulario 60 minutos El candidato realizará los tres ejercicios siguientes: Texto incompleto (20 espacios). Escogerá la opción más adecuada de las tres que se propongan para cada espacio. Ejercicio de opción múltiple: rellenará un espacio con una de las opciones que se propongan en cada una de las 35 frases de que consta el ejercicio. Detectará 5 errores gramaticales en uno o varios textos breves.
Expresión oral 10 – 15 minutos El candidato mantendrá con el tribunal una conversación cuya duración será de 10 a 15 minutos.

Más información: http://diplomas.cervantes.es/

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Hasta aquí presentamos diferentes aspectos de la evaluación de ELE. De tener más dudas o necesitar ampliación de algún tema, no dude en solicitárselo a su tutor.

[1]Competencia comunicativa: (Hymes, 1972) capacidad de adecuar los enunciados a las reglas sociales de los integrantes de una comunidad: saber qué decir, a quién, cuándo, cómo, dónde, con qué objetivos. Incluye competencia lingüística o gramatical, paralingüística, textual o discursiva (tipo de texto, registro), competencia ilocutiva (función) y competencia ideológica y cultural (conocimiento del mundo de cada cultura).


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